Introducción
La Bestia, ¿Qué es?
La migración es un fenómeno muy común
en la sociedad actual. Es definida como “el desplazamiento geográfico de
individuos o grupos por razones políticas, económicas o sociales”. Por consiguiente, un migrante es una persona que se va de su país de origen
para ir a otro, por culpa de su situación política, económica o social. Una
migración puede ser permanente, es decir que la gente cambia de lugar de
residencia de manera definitiva, o temporal, es decir que las personas se van
de su país regularmente pero conservan su país de origen como lugar de
residencia.
En México, muchos ciudadanos quieren
migrar a los Estados Unidos, en búsqueda del “sueño americano”. Se observa un
ir y venir de los mexicanos hasta el vecino país. En realidad, la mayor razón
por la que los mexicanos se van de su país es la falta de empleo y de
oportunidades. En otras palabras, el fenómeno de migración tiene sus raíces en
la situación socioeconómica de México.
Sin embargo, la migración presenta
algunas obligaciones. Además de todas las leyes que intentan regular este
fenómeno, los migrantes tienen que adaptarse al país al que se van. Tienen que ajustarse
al modo de vida, al tipo de religión, a la cultura. También tienen que acostumbrarse
al clima, a la temperatura y al espacio de su nuevo país. Sin embargo, ir al
Norte es el sueño de miles de mexicanos.
Otra cosa que los migrantes tienen que
tener en cuenta es el medio que van a utilizar para llegar a su destino.
Algunos intentan ir de pie, otros por tren. En esta categoría, existe un tren
muy particular, que está llamado “La Bestia”.
Explicación y origen del nombre
La Bestia es un tren de
carga que cruza México del sur al norte antes de llegar a los Estados Unidos,
es decir que va de la frontera con Guatemala, hasta la con los Estados Unidos.
Ese tren tiene diferentes nombres. El tren puede ser llamado “la Bestia”, “el
tren de los inmigrantes”, “el tren de la muerte”, “el devoramigrantes”,… Los orígenes
de esos nombres tienen que ver con la realidad y los peligros encontrados por
las personas que viajan por él. En
realidad, ese tren es el peligroso transporte elegido por muchos inmigrantes
para salir de México y entrar ilegalmente en los Estados Unidos. El objetivo de
los pasajeros de este tren es evitar a los numerosos puestos de control y de
detención del país. El tren, a pesar de ser muy peligroso, puede transportar hasta
más de mil indocumentados en cada viaje. Se esconden en los vagones y cuando ya
no hay bastante espacio para todo el mundo, suben sobre el techo.
Trayecto
La Bestia inicia su viaje en las
ciudades de Tenosique, Tabasco o Tapachula, en Chiapas. En camino, cruza las
ciudades de Córdoba y Orizaba. Pasa también por las ciudades de México, San
Luis Potosí y Saltillo. En el norte de México, cruza el Libramiento
Ferroviario. Los estados reputados como los más peligrosos son los de
Tamaulipas y San Luis Potosí.
Precio y obstáculos
A principios, los indocumentados no tienen que pagar nada para subir
en el tren. Pero, en camino, el precio del viaje cambio y a veces, subir en la
Bestia significa jugarse la vida. El primero riesgo es la obligación subir en
el tren en marcha. Así que cuando el tren inicia su camino, uno puede ver
migrantes a centenares corriendo detrás del tren. Generalmente, también tienen
que hacerlo durante la noche, para no ser vistos por la policía. A causa de
eso, pueden sufrir heridas graves y a veces, algunos inmigrantes tienen que ser
amputados. Muchos también han fallecido por culpa de eso.
Además de este peligro, hay el de las organizaciones criminales que
aprovechan de la situación de los pasajeros de la Bestia. Cuando los
indocumentados bajan del tren, son vulnerables, cansados, tienen sed y hambre.
Por eso, los bandos criminales roban los inmigrantes, les secuestran para pedir
grandes cantidades de dinero a su familia y, a veces, también les matan. Estos
grupos pueden ser llamados “pandillas”. Pero no son los solos que hacen tales
cosas. Los operarios del tren también amenazan los pasajeros. Por ejemplo, les
dicen que si no paguen nada para el viaje, el tren no va a arrancar.
Las condiciones meteorológicas constituyen otra dificultad durante el
viaje. Cuando llueve, la gente esta mojada pero al menos, se sienten menos
cansados y es más soportable. Pero, cuanto hay mucho sol y calor, es muy difícil
quedarse despierto y soportar las numerosas horas de ruta.
Un gran nombre de migrantes desaparecen cada año en su intento para
llegar a los Estados Unidos. Infortunadamente, por una parte, los criminales
proceden en toda impunidad. Por otra parte, los cuerpos de los fallecidos son
raramente encontrados. Sin embargo, en los últimos años, fosas comunes fueron
descubiertas. La mayor de ellas fue la encontrada en Tamaulipas, con 72
cadáveres.
Albergues
En camino, los indocumentados pueden encontrar varios albergues.
Algunos migrantes los utilizan para descansar un poco, antes seguir hacia su
destino. Otros deciden quedarse allí para buscar trabajo y después volver a su
familia con una pequeña cantidad de dinero.
En
ciudad Ixtepec, hay un albergue, llamado “Hermanos en el Camino”. El fundador
de este albergue es el sacerdote Alejandro Solalinde. Decidió construir este
refugio en 2007, para ayudar a los inmigrantes. Allí pueden recibir asistencia
humanitaria integral. Entre otros, pueden disfrutar de un apoyo psicológico, médico
y jurídico.
¿Y después?
Algunos inmigrantes logran llegar en
territorio norteamericano pero, una vez allá, su calvario no es acabado. Muchos
inmigrantes son deportados por México, desde los Estados Unidos. Según las
cifras, algunos 250 mil centroamericanos son repatriados a su país cada año. No
obstante, a menudo, ellos intentan otra vez llegar a Norteamérica.
Descarrilamientos de la Bestia
Los accidentes de trenes no son raros y la Bestia tampoco puede
evitarles todos. El jueves 19 de septiembre de 2013, el tren descarriló en el
estado de Oaxaca. El accidente se produjo por culpa de las fuertes lluvias
provocadas por las huracanes “Ingrid” y “Manuel”.
Otro ejemplo es el del domingo 25 de agosto 2013. Por las tres de la mañana,
la Bestia descarriló en el sureste de México, en la frontera entre los estados
de Tabasco y Veracruz. Las causas probables del accidente eran un exceso de
velocidad o las lluvias torrenciales. Ocho de los doce vagones descarrilaron.
La maquina y el primer vagón, que hicieran parte de los cuatro otros fueron
utilizados para trasladar los heridos al Hospital Regional de las Choapas. En
realidad, el sitio de Huimanguillo, donde se produjo el accidente, es una zona
pantanosa remota muy difícil de acceso. La gente solamente puede llegar allí
por aire o lancha. Por culpa de eso, las condiciones no fueron ideales para el
personal de emergencia y los laborales de rescate. Sin embargo, las oficinas de
Protección Civil de Tabasco y Veracruz trabajaron juntos para intentar rescatar
una mayoría de las víctimas.
A bordo, había algunos 300 inmigrantes que intentaban huir del país. Según
las autoridades, hubo una docena de fallecidos y docenas de heridos. Las
personas que perdieron la vida en este accidente fueron por la mayoría
hondureñas. Los que podían mover probablemente siguieron su camino hasta los
Estados Unidos a pie. A cause de eso, fue muy difícil para las autoridades de
los diferentes países concernidos por el accidente saber el cifro exacto de sus
ciudadanos implicados en el descarrilamiento.
El
fundador del albergue “Hermanos en el Camino”, Alejandro Solalinde, fue muy
emocionado por la novela y dio su opinión en varias ocasiones. Según él, esta
catástrofe es una de las consecuencias de un sistema de migración defectuoso.
Dice que si los migrantes siguen tomar la Bestia es por culpa de las leyes del
país que no permiten la expedición de permisos de tránsito a los migrantes. Con
un tal permiso, los indocumentados podrían utilizar los transportes en toda legalidad
y ya no deberían esconderse en la Bestia.
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