Una despedida, eso me hace pensar en España. Decir adiós a gente con quien has vivido durante meses, con quien has llorado, reído, bebido, viajado. Gente que vive generalmente al otro lado del mundo y que esperas ver algún día en un bar llamado Limbo para tomarse un cubalitro. Puede parecer triste pero no lo es. No tiene nada de triste porque cuando pienso en España, pienso también en la playa, en los momentos agradables, en la gente muy amable, acogedora, en la música, los carnavales, las fiestas, los viajes, los paisajes que te dejan boca abierta, las compras, la lengua, la comida, el ron,...
Fue difícil coger una imagen que resume para mí España pero lo intenté. España quedará siempre en un lado de mi corazón porque me ha ofrecido mucho.
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