Mi Erasmus no fue mi primera estancia en España, pero sí que fue la primera vez que estuve en Aragón. Viví durante cinco meses en la ciudad de Zaragoza, capital de la comunidad autónoma de Aragón. Es una ciudad bastante grande, de unos 700 000 habitantes, la quinta más poblada de España. Fue la primera vez que viví en una ciudad de este tamaño, y la verdad es que me ha encantado. Siempre hay alguna cosa que puedes hacer, en cualquier hora del día o de la noche.
La "iglesia" que se ve en la foto se llama "la Basílica de Nuestra Señora del Pilar," edificio muy impresionante que he encontrado inmediatamente muy muy bonito y cuyo nombre hace referencia a la Patrona de Zaragoza, la Virgen del Pilar. Además, la fiesta de la ciudad, que tiene lugar en octubre y tarda unos diez días, se denomina "Los Pilares". Estuve celebrando los diez días sin excepción, no sólo con gente Erasmus sino también con mucha gente zaragozana. Fue excepcional.
Zaragoza es una ciudad del norte, sin acceso al mar, con un clima muy caliente en verano pero muy frío en invierno, sobre todo por el llamado "cierzo", un viento frío y seco que proviene del nor-oeste de España. Aunque es grande, es típicamente el tipo de ciudades en las que el turista belga "alfa", atraido exclusivamente por el mar, la playa, el sol y los chiringuitos nunca visitará en su vida. Y es precisamente por eso que la he eligido como destino de Erasmus. Me acuerdo muy bien de que nadie en mi facultad en Lieja quería ir allí, yo veía a todos luchando para poder ir a Granada, Cádiz o Almería (lo que encontré de verdad bastante ridículo) y por eso he elegido Zaragoza. La verdad que no lo lamento para nada, me enamoré literalmente de la ciudad, de la manera de hablar de la gente, de la naturaleza aragonesa y de esta mezcla de infraestructuras muy modernas con varios testimonios muy impresionantes del pasado de la Corona de Aragón. Esto también es España.
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