miércoles, 29 de octubre de 2014

Un objeto que representa mi Erasmus


           Si debiera elegir un objeto que represente un símbolo de mi estancia Erasmus, cogería mi diccionario español-francés y francés-español de Larousse. Es un diccionario de bolsillo muy útil y práctico. 
            Lo recibí como regalo de parte de mi hermana Anahide. Al inicio de mi estancia, no lo tenía y cuando oía una palabra desconocida (o quería saber como se dicen los objetos que veía), debía recordar el sonido (o el nombre del objeto en francés) y buscar la definición o la traducción una vez vuelto en mi habitación. Pero a lo largo del día y a fuerza de hablar con la gente o observar el espacio en el piso, en el tren, en la universidad, en la calle, o además en el supermercado, no podía recordarme todas las nuevas palabras.
Después de un mes y medio en Madrid, volví a Bélgica para llevar otra maleta y despedirme de mi familia y amigos como es debido. Mi hermana aprovechó mi breve retorno a Bélgica para regalarme este “manual de supervivencia para estudiante Erasmus”, según sus palabras. Exageró un poco, es verdad, pero lo que sí es seguro es su utilidad práctica y pedagógica evidente. Lo llevaba todos los días y todo el tiempo, incluso durante las fiestas y los viajes.
Además, este diccionario me demostraba los progresos que hacía durante este año escolar: cuanto más pasaba el tiempo, menos lo hojeaba.
Ahora estoy acostumbrado a llevarlo y todavía lo uso aquí, en Bélgica. No hablo más español en la calle pero sigo observando el mundo que me rodea y mi diccionario siempre me acompaña para aprender palabras nuevas en la medida de lo posible.


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